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sábado, 15 de octubre de 2011

Johnny English


Decir Johnny English es decir Rowan Atkinson. Al igual que la primera entrega, el regreso de este peculiar agente secreto inglés deleitará a los fans de las muecas y gestos de este actor, conocido por hacer lo mismo a lo largo de la serie y películas de Mr. Bean.

A diferencia de la anterior, esta entrega nos transmite que las desventuras no se deben tanto a la torpeza de English, sino más bien a la mala suerte. No está claro si es un cambio deliberado o un desacierto, pero en realidad poco importará a quien disfrute viendo a Rowan Atkinson muy en su papel, nunca mejor dicho. A quienes nunca hizo demasiada gracia, por el contrario, les parecerá más de lo mismo.

Una vez más, y ya se está convirtiendo en una pauta, prácticamente todos los gags de la película están en los trailers. No entiendo mucho esta práctica, ya que aboca a los espectadores a esperar más de lo que luego reciben. No entiendo cómo profesionales del marketing pueden pensar que merece la pena quemar todas las escenas que consideran atractivas para atraer a unos pocos espectadores más, cuando después la decepción transmitida por el boca a boca (lo siento pero no voy a cometer la horterada de decir “boca a oído”) hará que se pierdan muchos más. 

Sin Salida (Abducted)

Sin salida es una oportunidad para que uno de los protgaonistas de la saga Crepúsculo evite ser encasillado por ésta, con un papel distinto en una película diferente. 

Curiosamente el resultado es bastante aceptable, una historia de acción con un buen ritmo, buenas actuaciones y un argumento bastante ingenioso en torno al espionaje y al contraespionaje.

Sólo empañan el esfuerzo un par de errores de argumento. Por un lado, el protagonista es buscado intensamente por la CIA que le tiene estrechamente vigilado e intrevenidos todos sus teléfonos y los de sus amigos, y sin embargo consigue llamar a uno de ellos, revelarle sus planes de huida, y nadie se entera. Por otro lado, como parte del intecambio de información que desean los malos de la película, está la entrega de una lista de implicados en una trama, acerca de la cual todos actuan como si entregar la lista implicara la desaparición de los datos, como si a nadie se le ocurriera hacer una copia de seguridad de un archivo informático con información transcendental...

Pero aparte de estos gazapos, esta película mantiene el interés y la tensión con varios giros inesperados que hacen que finalmente el espectador salga plenamente satisfecho de haberla elegido.

sábado, 8 de octubre de 2011

La deuda

Prometía, una nueva cinta de espionaje, nazis y venganza, pero queda claro que no son sólo los ingredientes lo que hace que una receta de buen resultado. Y en esta receta ha faltado algo de acción --una vez más, toda la que había ya la habíamos visto en el engañoso trailer-- y ha sobrado un exceso de introspección, de un fallido análisis de los personajes, de los cuales ninguno acaba de cuajar y ser convicente.

La cinta nos proporciona un rato de entretenimiento,  pero dejándonos con la pregunta de dónde quedó todo lo que esperábamos de ella. Al final se vuelven a abordar temas ya manidos de la posguerra sin aportar nada novedoso en su tratamiento, y poco que justifique volver s a hacerlo.

Los Pitufos

Algo deben de haber hecho bien los creadores de esta adaptación al cine del mundo pequeño y azul de los Pitufos, cuando bien entrado octubre esta película sigue en cartelera, desde principios de verano.

Y es que, efectivamente, han conseguido hilar una entretenida historia sin demasiadas pretensiones, pero con un buen resultado respecto al objetivo principal de cualquier película, que es entretener.

Es difícil decir én qué aspecto destaca esta película, pero lo que está claro que es una prueba patente de que para lograr el éxito quizás sea más eficaz que todos los aspectos de una producción estén bien cuidados, que un reclamo muy llamativo --un actor famoso, los efectos especiales, un director renombrado-- unido al descuido de los demás ingredientes.

A modo de anécdota, resulta curioso cómo en una época en que la imagen por ordenador parece estar tan dominada, aún resulte tan difícil conseguir que los movimientos de las manos de los actores sean creíbles cuando recogen o abrazan a personajes virtuales como son en este cas los Pitufos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Arrietty

Casi desapercibida ha pasado por las pantallas de nuestros cines esta película de animación, pura belleza visual, musical y narrativa.

Con un ritmo pausado, que no lento, esta sencilla historia de los diminutos demuestra que no es necesario llenar 90 minutos de incesante acción y ruido estridente para gustar a los niños de hoy, por muy acostumbrados que estén a los juegos en las consolas de diversas denominaciones. Y es que Arietty, tan sencilla, tranquila y sosegada, es capaz de entretener a pequeños y mayores durante el mismo tiempo, simplemente con una historia narrativamente perfectamente relatada, una banda sonora como pocas y una animación de extrema belleza visual, con infinidad de detalles que indudablemente piden un nuevo visionado para descubrir y disfrutar aún más si cabe.

Altamente recomendable, desgraciadamente tendrá que ser para ver en casa, ya que su paso por las salas de cine ha sido ínjustamente efímero.