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sábado, 9 de marzo de 2013

PARENTAL GUIDANCE (Abuelos al poder)

Está empezando a ser un problema recurrente que los encargados de marketing de las distribuidoras reincidan una y otra vez en clasificar y anunciar como infantiles películas que no lo son, consiguiendo convertirlas en fracasos en taquilla o al menos limitando el éxito que deberán tener.


Es el caso de esta película que tiene mucho más calado del que cabía esperar por el modo en que ha sido vendida como comedia infantil. No voy a decir que cinematográficamente sea material de Oscar, pero como película es de las más interesantes que he visto en mucho tiempo. Quizás influya que me encuentre en la etapa de educar hijos, pero creo que no exagero al decir que esta película debería ser de visionado obligatorio para cualquier persona que este pensando o de hecho ya se encuentre en situación de tener hijos.

De hecho me parece increíble que Billy Cristal haya conseguido sacar adelante este proyecto sin que los lobbies de lo políticamente correcto se lo hayan impedido. Ya sé que constantemente salen películas que desafían o incluso se mofan de lo políticamente correcto. Sin embargo esta película aborda un tema en el que los adalides de lo correcto han permeado tanto la sociedad que, como digo, es todo un logro que haya salido a la luz. Me refiero al mundo de la educación, tanto en la familia como en centros escolares, en el que los psicólogos, pedagogos, psicopedagogos y otras denominaciones de charlatanes sin fundamento han impuesto paradigmas absurdos, llenos de gilipolleces y han conseguido que quien se oponga a ellos sea tildado de reaccionario, facha y anticuado. Hacía falta una película como esta para empezar a cuestionar tanta tontería disfrazada de ciencia y empezar a devolver un poco de sentido común a las relaciones de padres e hijos y entre profesores y alumnos. Queda un largo recorrido por delante, y es posible que pase desapercibida esta película en este sentido, pero para mí es la señal de que puede estar cerca un punto de inflexión.

Cada línea del magnífico guión, cada secuencia, está cargada de sentido y significado y, sobre todo, de sentido común. Magistralmente desarrollado con humor y momentos de emocionante ternura, nos describe realidades tan necesarias de ser recordadas como que no existen los padres perfectos, que los niños necesitan límites y que muchas veces lo mejor (o lo que parece serlo) es enemigo de lo bueno. Personas reales en situaciones reales, brillantemente encarnadas por el propio Billy Cristal y unas magníficas Bette Midler y Marisa Tomei, nos revelan cuánto ruido sin nueces, cuánto engreimiento y cuánta estupidez impera en el mundo feliz que nos quieren vender psicolocos y pedabobos por igual, quienes, cual cualquier otro tipo de charlatanes de feria o timadores esotéricos, lo único que pretenden es perpetuarse en su negocio haciéndose los necesarios.

Lo que realmente es necesario son personas como Billy Cristal, quienes sin nada que perder y con el bagaje de una carrera ya culminada pueden permitirse señalar el inexistente traje nuevo del emperador, y hacerlo por un medio tan eficaz y gráfico como el cine. Una pena que, como decía, los que tienen en sus manos el marketing de las películas insisten en equivocarse al publicitarlas. Claro que es posible que el marketing de esas películas lo lleven un hatajo de…psicólogos….