Fallido intento de plasmar en la pantalla lo que se prestaba para ser una historia vibrante con el interés añadido der ser verídica y relativamente reciente. La excelente actuación de Helena Bonham-Carter y las demás actrices del reparto no es capaz de salvar lo que se queda en ser una pincelada sin claro principio ni final de determinados eventos en torno a la lucha por el voto de las mujeres en Inglaterra. La historia personal de la activista protagonista parece superpuesta a la fuerza, por aquello de introducir un conflicto personal, más que parte de la trama.
Casi lo más interesante es la lista que aparece en los créditos finales de los años en que el sufragio de las mujeres se introdujo en distintos países, sobre todo el dato de que en Suiza, un país en el corazón de Europa, no llegó hasta 1971.
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