DECEPCIÓN con mayúsculas. Ejemplo paradigmático de cómo no meter ciencia en el cine. Lo sorprendente es que Scarlett Johansson y, sobre todo, Morgan Freeman se hayan dejado involucrar en este disparate. Una total pérdida de tiempo. Yo tuve que ver otra película en el mismo cine como antídoto (veáse siguiente entrada). No pierdan el tiempo yendo a verla. Yo no lo voy a perder extendiéndome más en este comentario.
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