Gruñidos, músculos, luchas
sangrientas y algunas tetas es todo lo que tiene que ofrecer esta versión de
Conan el Bárbaro que quizás por ello puede considerarse fiel al comic en el que
se inspira. Por ello gustará probablemente sólo a los incondicionales del
propio comic y a quienes les son suficientes los ingredientes arriba mencionados,
junto a un menú gigante de palomitas para darse por satisfechos en una velada
de cine.
Merece la pena quedarse a ver los
créditos de la película para ver que aunque la película se considere
estadounidense, prácticamente todos los que han participado en su creación son
búlgaros. Un experimento de coproducción que habrá pasado por las salas de cine
sin pena ni gloria.
Pues a mí me gustó. No se le puede pedir poesía a Conan....
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