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sábado, 7 de mayo de 2011

THOR

No suelo esperar mucho de las adaptaciones al cine de personajes del comic una vez que los productores han empezado a abusar de este filón. Sin embargo, no cabía esperar una decepción si Kenneth Branagh se pone tras la cámara y el resultado de Thor es, efectivamente, una magnífica película que no se ve condicionada por el medio del que proviene su personaje principal.


Thor es, al contrario, una entretenida y hábil conjugación de la mitología escandinava con una visión científico-tecnológica de la realidad propia del mundo actual. Todo ello sin forzar el guión en un sentido o en otro, de modo que se respeta la magia de la primera y un discurso científico coherente, dentro de la premisa ficticia necesariamente fantástica.


Los personajes están aceptablemente bien interpretados, con la excepción del de la astrofísica para el que una Natalie Portman anclada en la actitud atormentada de Cisne Negro ha sido una pésima elección. Casi parece que investigar en astrofísica es una tragedia vital que contrasta con el tono divertido y amable del resto de miembros del equipo. Cabe destacar, sin embargo, la actuación, en el papel de Sif, de Jaimie Alexander, conocida por su papel de Jessi en la serie Kyle XY.


Todo ello está aderezado con una magnífica banda sonora de Patrick Doyle, de la que se interpretarán algunos temas en la próxima 5ª edición del festival Fimucité, y un apabullante despliegue de panoramas celestes de gran belleza que nada tienen que envidiar a los paisajes imaginados de El Señor de los Anillos o Avatar. En Thor se aprecia la importancia de una buena música y una buena escenografía.

1 comentario:

  1. ¿Entonces la recomiendas para una persona quisquillosa con este tipo de adaptaciones? Espero que N. Portman aprenda a sonreír de nuevo. Es una de las actrices dramáticas más veneradas, pero aún tengo metido dentro el sufrimiento de Cisne Negro. No me apetece sufrirlo de nuevo.
    Un saludo!

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