Ya puestos a cambiar el título, para qué intentar, sin conseguirlo, parecerse al original, distorsionando, una vez más todo el cariz de la película. Nadie duerme, no hay pesadillas en esta película.
Lo que sí hay, es una muy buena actuación de Jack Black, mucho más contenido que en otras y por ello mucho más efectivo en darle credibilidad al personaje, y un muy buen guion y dirección, con muchos mensajes formulados en el más puro lenguaje cinematográfico, en referencia a la relación entre el personaje del escritor (Jack Black) y el muñeco causante del caos reinante durante la película.
Destaca también la actuación de reparto del jóven Ryan Lee, sin el cual la película no habría sido lo mismo.